Mi vida ha cambiado drásticamente durante el último año. Hace un año mi hijo entró en un centro de tratamiento y hoy asiste a Alcohólicos Anónimos y yo a Familias Anónimas. Soy madre de cinco adolescentes que aún tienen problemas y preocupaciones, pero el cambio que estoy haciendo a través de Familias Anónimas ha sido beneficioso no solamente para mí, sino también para la persona a la que amo. He aprendido a decir "no" a fin de poder fijar los límites y sus consecuencias si no observo lo pactado. Hay un montón de cosas bonitas que he visto en mis hijos que no había visto antes. Mi vida no es perfecta. Todavía hay problemas, pero mi cambio frente a estos obstáculos es positivo. Necesité "tocar fondo" antes de decidirme a asistir a Familias Anónimas. En este primer aniversario me gustaría agradecer a mi Grupo su paciencia conmigo mientras todavía sigo creciendo.