Yo era muy reticente a asistir a las reuniones de Familias Anónimas. Mi esposa me arrastró hasta allí y de esto hace ya tres años. Si me pregunto cómo estaría yo ahora sin Familias Anónimas mi respuesta inmediata es que sería un caso perdido. Familias Anónimas ha sido un salvavidas para nosotros y nos ha mostrado el camino a seguir. Estamos encantados con el progreso que hemos conseguido como personas en este Programa de Doce Pasos.